¿LA LITERATURA RECONSTRUYE LA IDENTIDAD DESINTEGRADA?


La literatura hace del asombro, el interés, la onírica, los sueños, la fantasía, la mayor riqueza, porque permite que los seres humanos se conviertan en creyentes de experiencias excepcionales, las cuales ayudan a construir nuestra identidad, de ahí que Danilo Sánchez Lihón asegura: “el valor más importante de su desarrollo en nuestras sociedades es el hecho concreto que ella puede hacer mucho por cambiar la condición de vida del hombre y en una realidad adversa, como es aquella que sufren actualmente nuestros pueblos, porque ella nos da la nobleza, el altruismo y sentido de lo heroico.”


En ese orden de ideas, la literatura engrandece los valores culturales, reafirma la condición humana, permite suplir necesidades insatisfechas, complementa la esencia del ser, traza el camino por donde debemos conducirnos, llena el vacío que a veces habita en todos nosotros, ilumina al alma, reconstruye nuestros imaginarios y llega a moldear nuestra identidad, ya que las obras literarias son edificadas en valores éticos y estéticos, donde se plasman los valores humanos para despertar en el lector un gran interés.


Ahora bien, la literatura nos lleva por caminos desconocidos, nos hace volar a otros espacios, nos hace vivir situaciones que jamás habíamos vivido, nos muestra el horizonte más encantador, nos permite trascender en el tiempo, reafirmar nuestro ser, vivir en otro y hasta nos hace imaginar que las cosas en un futuro no serán igual, porque sin duda la literatura es como diría Juan Cervera “más que un factor estimulante de la fantasía es como un método compensatorio y corrector de deficiencias pero a su vez se convierte en un estímulo para la expresión, lo cual permite dar un paso importante en el desarrollo lingüístico”


Al respecto, Danilo Sánchez Lihón asegura que: “la literatura hace consciente al ser humano acerca de su realidad, como persona, como ente social, porque lo confronta con distintas experiencias, nos enseña, acerca de la vida, pero con profundidad y belleza.”, razón por la cual considero que si esto se logra aprenderemos a valorarla desde el lugar que se merece hasta cobrar representatividad en el alma del pueblo, y porqué no en sus raíces.


Finalmente, la literatura debe contribuir eficazmente en el cambio cualitativo de la sociedad como lo manifiesta el peruano Jesús Cabel, porque ella puede hacer posible que los pueblos que hoy sufren el conflicto se rediman para vivir en paz.



Por: Willian Geovany Rodríguez Gutiérrez*
Licenciado en Lengua Castellana
Universidad del Tolima




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